lunes, 6 de diciembre de 2010

Lo malo que es no Desayunar


5b415a0a74765006f122f979f487f751Suena el despertador y el cerebro empieza a preocuparse:





"Ya hay que levantarse y nos comimos todo el combustible..."

Llama a la primera neurona que tiene a mano y esta manda

un mensaje a ver qué disponibilidad hay de glucosa en la sangre.



Desde la sangre le responden:

-Aquí hay azúcar para unos 15 a 20 minutos, nada más"

El cerebro hace un gesto de duda, y le dice a la neurona mensajera:

-'De acuerdo, vayan hablando con el hígado a ver qué tiene en reserva'


En el hígado consultan la cuenta de ahorros y responden que

'a lo sumo los fondos alcanzan para unos 20 a 25 minutos'.



En total, no quedan sino cerca de 290 gramos de glucosa,

es decir, alcanza para 45 minutos, tiempo en el cual el cerebro

ha estado rogándole a todos los santos a ver si se nos ocurre

desayunar algo.

Si estamos apurados o nos resulta insoportable comer en la mañana,

el pobre órgano tendrá que ponerse en emergencia:



'Alerta máxima: nos están tirando un paquete económico...

Cortisona, hija... saque lo que pueda de las células musculares,



los ligamentos de los huesos y el colágeno de la piel'

La cortisona pondrá en marcha los mecanismos para que las células

se abran cual cartera de mamá, comprando útiles, y dejen salir sus proteínas. Estas pasarán al hígado para que las convierta en glucosa sanguínea.



El proceso continuará hasta que volvamos a comer.

Como se puede ver, quien cree que no desayuna se está engañando:

Porque se come sus propios músculos, se auto-devora.

La consecuencia es la pérdida de tono muscular, y un cerebro que,



en vez de ocuparse de sus funciones intelectuales, se pasa la mañana activando el sistema de emergencia para obtener combustible y alimento.

¿Cómo afecta eso nuestro peso?

Al comenzar el día ayunando, se pone en marcha una estrategia de ahorro energético, por lo cual el metabolismo disminuye.


El cerebro no sabe si el ayuno será por unas horas o por unos días,

así que toma las medidas restrictivas más severas.

Por eso, si la persona decide luego almorzar,

la comida será aceptada como excedente, se desviará hacia

el almacén de "Grasa de Reserva" y la persona engordará.



La razón de que los músculos sean los primeros utilizados

como combustible de reserva en el ayuno matutino, se debe a que

en las horas de la mañana predomina la hormona cortisol que

estimula la destrucción de las proteínas musculares y su conversión

en glucosa.

Me paresio importante

Anexo

La obesidad infantil es una de las mayores preocupaciones de los Últimos tiempos. Afecta en gran medida la salud de los niños, también incidirá en su metabolismo y en su crecimiento. Hoy queremos hablar acerca de esta enfermedad que cada vez es más común, pero también acerca de los hábitos que influyen directamente en el crecimiento, como la falta de actividades físicas, el deporte, y el exceso de horas frente a un televisor, el ordenador o los juegos en red.
Un desayuno equilibrado es ideal para prevenir la obesidad en los niños. Recordemos que un desayuno equilibrado es aquel que se compone por leche, frutas, jugo, y con alimentos que contengan hidrato de carbono. Además es importante el tiempo que se le dedique al desayuno, Un desayuno “a las apuradas” no contribuirá a la correcta digestion del mismo, debe dedicársele el tiempo necesario, si los niños van temprano al colegio o si los padres deben ir rápido al trabajo, no dudes en despertarlos más temprano.
No es nada recomendable que los niños desayunen sin el tiempo necesario, o que desayunen en la calle. Recordemos que el desayuno es una de las comidas más importantes del día y que con total se debe cumplir con ella. Todas las actividades que los niños afrontan durante el día, no tendrán los mismos resultados si el desayuno no es bueno, ya que este les aporta energía y vitalidad para afrontar lo que las actividades del día les depare.
Los componentes infaltables en un desayuno ideal son los siguientes: lácteos, cereales, grasas, frutos y mermeladas o fiambres.la obesidad infantil debe ser evitada, contribuiremos así¬ a una buena calidad de vida para nuestros hijos, evitando la obesidad, aportando a que tengan energía para afrontar las actividades del día y dándoles una vida mucho más saludable.



 

Fuente:
Dra. Daniela Jakubowicz (Endocrinólogo)

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