Los ejercicios “Kegel”
Todo cuanto se diga a favor de estos ejercicios es poco. Pero para informar a las mujeres de en qué consisten los “Kegel”, hay que explicar antes en qué consiste la vagina, pues resulta siempre abrumador y desconcertante, lo poco que las mujeres saben de su propia vagina.
La vagina
Es una cavidad de unos 8-12 centímetros de largo, que está formada por dos paredes vaginales, que son músculos desprovistos de terminaciones nerviosas (aunque la entrada de la vagina, sí que tiene terminaciones nerviosas). Te pongo un ejemplo para que me creas: cuando insertan un tampón correctamente, ¿a qué no lo notas? Pues eso es porque no hay absolutamente ni una sola terminación nerviosa dentro de tu vagina.
En estado de reposo, las paredes vaginales se tocan (se apoyan la una contra la otra). Cuando nos excitamos, la vagina se lubrica, se hincha y se agranda. Es tremendamente elástica como ya sabrás (en el momento del parto se puede comprobar lo elástica que es).
La vagina mide entre 8 y 12 centímetros de largo y está compuesta por 3 partes.
1. La apertura de la vagina (el “introito”) es la más sensible a la estimulación. Está rodeada por los bulbos clitoridianos y sus raíces y tiene terminaciones nerviosas. Esta es la parte que durante los espasmos orgásmicos se contrae.
2. Desde la apertura de la vagina hasta el cuello uterino.
3. El cuello uterino en sí. Se trata del cérvix y es el fondo del saco vaginal.
Sobre la estimulación de la vagina en sí pondré otro post más adelante. Las posibles estimulaciones son: el punto G (situado en el primer tercio), la estimulación durante el coito del cuello uterino o cérvix, y también hay numerosas técnicas tántricas que intentan “rescatar” la importancia de la vagina durante el coito.
Dicho esto, vamos a ver en qué consisten los ejercicios “Kegel”.
El doctor Arnold Kegel
En la década de los cincuenta, Kegel desarrolló estos ejercicios para ayudar a las mujeres que sufrían de incontinencia urinaria. Sus pacientes le explicaron que después de realizarlos, no sólo habían conseguido solucionar su incontinencia, sino que también había aumentado su sensibilidad vaginal. Hoy se usan sobre todo para la incontinencia urinaria, ayudar a la recuperación genital tras el parto y mantener la lubricación en mujeres con menopausia.
Los “PC”
La musculatura pubococcígea es la que mueven los ejercicios. Se trata de la musculatura que rodea la parte inferior de nuestra uretra, vagina y recto. Para localizarla: mientras orinas, corta el flujo en varias ocasiones. Los PC son los músculos que comprimes para detener la micción. También puedes localizarla insertando un dedo en la vagina y apretando. Recuerda que no se trata de contraer más que los PC, es decir, ni el abdomen ni las nalgas ni cualquier otra parte de tu cuerpo como los muslos, por ejemplo.
Los “Kegel”
a) se contrae y se relaja (es decir, se tira hacia arriba, y luego se suelta, o se deja ir) la musculatura rápidamente de 10 a 15 veces, tres veces al día (mañana, tarde y noche).
b) Cuando ya controles el primer ejercicio, se puede ir combinando (y no cambiarlo) con el segundo que consiste en tensar, contar hasta tres y soltar otros tres segundos. Se debe repetir esto de 10 a 15 veces, tres veces al día.
¿Molestias?
Puede haberlas, al principio. Los primeros días se pueden sentir molestias porque al estar los músculos pubococcígeos en baja forma, sientes algo parecido a agujetas. Los terapeutas sexuales advierten que si sientes agujetas en el abdomen o en las nalgas, es porque no estás haciendo bien tus ejercicios. Para comprobarlo, introduce un dedo en la vagina y tensa los PC. Si lo haces bien, no deberías notar más que tensión en los PC y en ninguna otra zona más de tu cuerpo. También se apunta que la práctica excesiva de estos ejercicios puede provocar irritación o molestias. Si esto ocurre, basta con disminuir el número de los ejercicios. Más que la cantidad, importa la constancia – bien mirado, es como ir al gimnasio.
El mito de las orientales
Se dice que las profesionales del sexo asiáticas contraen sus PC durante el coito. Pero la realidad es que todas nosotras somos capaces de hacerlo. En las camas sáficas, ¿por qué no?, también podríamos también contraer nuestros PC cuando nuestra amante nos penetra con sus dedos. En otras palabras, una vez que tus PC están en forma, los puedes usar para apretar lo que desees: dildos, dedos, penes...etc. A los hombres les suele gustar que se contraigan los PC durante el coito porque a ellos les da la sensación de que su pene está siendo “abrazado”, es decir, que la vagina se hace más pequeña y la fricción es más intensa para ellos.
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